dissabte, 28 de març del 2009

LA SEXUALIDAD EN ROMA, CONFERENCIA DE CRISTIAN MIR

Cristian Mir es licenciado en historia y especialista en historia antigua y arqueólogo, y demostró con creces sus conocimientos en la conferencia que sobre "La sexualidad en Roma" ofreció el pasado miércoles día 25 de marzo de 2009 en Sabadell, en un acto organizado por la Asociación cultural Arraona Romana. Fue una espléndida y amena conferencia, muy visual, ya que la charla fue acompañada de un gran número imagenes. El público asistente pasó un rato muy divertido.

Después de escuchar a Cristian Mir pudimos llegar, entre otras, a las siguientes conclusiones:

1) Que el sexo en Roma era algo normal y bien visto, lejos del concepto de pecado que años después introduciría el cristianismo. Además la homosexualidad era algo habitual, eso si, siempre que se ejerciera el papel activo. Las innumerables pinturas y esculturas sobre sexo explicito que se han encontrado en las mansiones romanas, especialmente en Pompeya, así lo acreditan. Muchas de estas imágenes cuando fueron descubiertas, por su contenido, se destruyeron o ocultaron, como en el caso del "Gabinete Secreto" del Museo de Nápoles y sólo recientemente han salido a la luz pública.

2) Que la mujer romana gozó de mucha libertad sexual, quedando excluidas, eso si, las esposas patricias romanas, pero más por perpetuar la pureza del linaje -y con ello las herencias- que no por el hecho mismo del ejercicio de su sexualidad. La serie Yo Claudio demostró con creces como las gastaban algunas mujeres de la familia julio-claudia.

3) Que el gran número de falos que invadían todos los rincones de las ciudades romanas: entradas en las domus, termas, los cruces de las calles, las entradas de las ciudades -la puerta de entrada de Emporiae es un ejemplo- y la ascendencia que tenía del Dios Príamo con su enorme falo, no pretendían indicar -como erróneamente se ha querido señalar- que las ciudades romanas estaban llenas de burdeles, sino que era un mecanismo de defensa contra el "mal del ojo", que tantos estragos causaba entre los supersticiosos romano: según explicó el conferenciante, al ser el ideal de belleza del atributo sexual masculino más bien pequeño, al verse la representación de aquellos enormes falos provocaba la risa y este era un método infalible para oponerse al "mal del ojo".

Muchas cosas más se dijeron en la conferencia, todas ellas ilustrativas y entretenidas, en una sesión donde nuestros conocimientos sobre el mundo romano se vieron un poco más incrementados.